Según Karen Knowler, nuestra forma de comer revela nuestra personalidad. Hoy hablaremos un poco del tiempo que le dedicamos a comer.
Por un lado nos preocupamos por ingerir alimentos de calidad nutricional pero ¿realmente además de esto nos preocupamos por saber qué nos beneficia más al momento de sentarnos a la mesa, comer rápido o más lento?
Por otro, muchos especialistas hablan de que si comemos rápido no damos tiempo a que el cerebro asimile los alimentos, e incluso la rapidez nos puede ocasionar problemas de digestión lenta.
En cambio otros hablan de que comer despacio nos ayuda a comer menos. Y a que nuestro organismo reconozca mejor todo los alimentos que ingerimos.
Y según la opinión de Karen Knowler, precisamente nuestra rapidez o no en comer revela que personalidad tenemos.
La forma en que comemos puede ser un indicador de nuestra manera de ser.
Por ejemplo: a las personas que comen lento, según ella les gusta disfrutar de cada segundo de la vida, pero sin adentrarse en lo desconocido. Las que comen algo rápido son personas que anteponen las necesidades de otros antes que las suyas, y en el trabajo la eficiencia la tienen como bandera.
Este tipo de personas rápidas en el comer hay que diferenciarlas de aquellas a quienes Karen denomina “organizadas”, las cuales tienen el hábito de preparar, incluso cortar, toda la comida antes de empezar a comerla.
Karen, coach de raw food, comenta que comer rápido indica una psicología vivaz, de quien, como hace con los alimentos, desea “comerse” la vida. Adereza esta apreciación también comentando que las personas que comen lento disfrutan el tiempo mientras aprecian la comida, y viven intensamente los momentos de la vida.
Cierto es que cada vez más especialistas recomiendan que comamos lento…este hábito nos ayuda a engordar menos de hecho: existen estudios que demuestran que una persona puede ingerir más calorías al comer de forma apresurada, al contrario de quienes se toman su tiempo para ingerir alimentos lentamente.
Comer lento parece indicar una propensión a apreciar la comida, y a vivir con intensidad.
Semanas atrás hablamos sobre el por qué cocinar nos hizo humanos. Además tocamos el tema de las Armas de la cocina y su evolución en el tiempo.
Hoy estamos analizando como comemos ¿Rápido o lento? Y como esto nos puede afectar en la asimilación de los alimentos.
Sin duda los tiempos en que vivimos alteran nuestra forma de actuar, pero nunca es tarde para cambiar aquello que no nos beneficia demasiado.
Es por eso que hoy, Tal cual, os deja en el tintero esta reflexión…
