Llega el Solsticio de junio, punto de equilibrio celeste en el cual la duración del día y la altitud del sol al mediodía son máximas o mínimas, en función del hemisferio terrestre.
El solsticio de junio trae el día más largo del año en el hemisferio septentrional, y el más corto en el meridional.”
A lo largo de nuestro planeta e historia, muchas civilizaciones han estudiado los astros y su interacción con la Tierra. Ese saber ancestral ha ordenado la arquitectura, los cultos, los calendarios, el cultivo.
De la incidencia del astro rey en las cosechas era profundo conocedor el pueblo guaraní. El solsticio marcaba el regreso del ciclo agrícola, celebrado con la celebración del Areté Guazú.

Diagrama de las temporadas de la Tierra como se ve desde el norte. Extremo izquierdo: solsticio de verano del hemisferio norte. Delantero derecho: solsticio de verano del hemisferio sur.
Hoy en el polo Sur nunca sale el Sol. Siempre se mantiene 23° abajo del horizonte.”
Juntos en esta esfera azulada del Sistema Solar, hemos girado en torno al sol desde el principio de los tiempos; ambos hemisferios, Norte y Sur, como un todo, unidad de vida heterogénea dentro de la ecoesfera.
“Eco”, palabra atávica que proviene de “oikos“: “casa”. Nuestro hogar es la Tierra y hoy es un buen día para recordar cuánto debemos valorarla. Y cuidarla, para que mantenga su equilibrio natural.
En todas las culturas se rindió tributo al sol, fuente de energía: los egipcios, los romanos, los aztecas…”









