Ha arribado la primavera al hemisferio norte, coincidiendo con el ocaso del verano en el hemisferio sur.
La primavera es la época del año en que la longitud del día se alarga más rápidamente.”
Astronómicamente, la primavera empieza con el equinoccio (entre el 19 y el 21 de marzo en el hemisferio norte, y entre el 21 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur), y concluye con el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el hemisferio sur).
Esta oscilación de fechas es debida a la secuencia de años, en función del calendario y de si estos son bisiestos o no, que depende de la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
La primavera que nace hoy durará que durará 92 días y 18 horas, hasta el inicio del verano el 21 de junio”.
La recién estrenada estación es periodo para el renacimiento y eclosión de la naturaleza, al volver a crecer las hojas y flores de los árboles de hoja caducifolia.
En el equinoccio primaveral los días duran aproximadamente 12 horas”.
Por ello la primavera es sinónimo de renacimiento, de renovación, de crecimiento; una estación para el rejuvenecimiento y la vitalidad. En múltiples metáforas literarias representa la juventud, la “flor de la vida”.
Según la mitología clásica, en el equinoccio de primavera Perséfone, diosa de la vegetación, volvió del inframundo para reunirse con su madre, Deméter, la diosa de la agricultura, comenzando un ciclo de vida y fertilidad.
El inicio de las estaciones viene dado por el momento en que la Tierra se encuentra en una determinada posición en su órbita alrededor del Sol.”
Con ese mismo espíritu ancestral renace la primavera en el hemisferio norte, que arriba esplendorosa a la vez que termina el verano austral en Paraguay, durante el que los moringales de la Plantación Yguá han desplegado el verde tesoro natural de la Moringa Yguá.

Árbol de Moringa en flor.