Para los antiguos griegos, educar era una actividad integral, orientada a desarrollar la virtud en el intelecto, la moral y el carácter”.

La Grecia Clásica es el cimiento de la civilización occidental. En todas las escuelas y universidades actuales se exponen las teorías de sus grandes pensadores, su historia, su literatura.

Sin embargo, nuestros métodos de enseñanza divergen radicalmente de los suyos. Para los antiguos griegos, educar era una actividad integral, orientada a desarrollar la virtud en el intelecto, la moral y el carácter. Por contra, hoy en día, la educación se ha distanciado de esa búsqueda de virtudes para convertirse, en líneas generales, en un mero trámite previo a la vida profesional.

La mayéutica de Sócrates

Entre todas las corrientes educativas helénicas, cabe destacar la Escuela Socrática. Sócrates defendía la idea de que todo alumno debía llegar al conocimiento desde una actitud activa; que cada uno debe descubrir la verdad por sí mismo.

Así, propugnaba el diálogo para llegar al conocimiento. Él llamaba a esa técnica la mayéutica. El maestro preguntaba cuestiones, el discípulo respondía, y así se iniciaba una discusión que concluía cuando el maestro consideraba que el alumno había llegado a conclusiones ciertas.

En definitiva, Sócrates buscaba fomentar el libre pensamiento, la colaboración y la responsabilidad de cada cuál en su propia formación. Aquellos que piensan por sí mismos, con sentido crítico, responsabilidad y sentido colaborativo están llamados a provocar cambio positivo en torno a sí.

Educar contra el librepensamiento

Hoy en día, la mayéutica es a la educación lo que el Partenón a la arquitectura: una ruina. El prestigioso educador, escritor y conferenciante británico Ken Robinson en “Changing education paradigms” afirma que los centros de enseñanza dañan la creatividad de sus miembros, y su capacidad para innovar. Robinson directamente afirma que las escuelas matan la creatividad. También considera que nuestros sistemas educativos están desfasados, son anacrónicos.

Sócrates defendía la idea de que todo alumno debía llegar al conocimiento desde una actitud activa; que cada uno debe descubrir la verdad por sí mismo”.

El sistema educativo actual se gestó durante la Revolución Industrial, un contexto desde el cual el individuo es considerado un autómata, una pieza de un sistema orientado a maximizar la producción.

La falta de eficacia de este sistema anacrónico y contrario a la creatividad es manifiesta. En España, las tasas de fracaso escolar y desempleo juvenil son ingentes. Según Eurostat, un 26,5% de los estudiantes españoles abandona su formación antes de tiempo, y el paro en menores de 25 años en España sobrepasa el 50%.

Aquellos que piensan por sí mismos, con sentido crítico, responsabilidad y sentido colaborativo están llamados a provocar cambio positivo en torno a sí.”

Sin embargo, además de voces contrarias al actual sistema educativo, hay fructíferas iniciativas en marcha para reformular la educación y, a través de ella, impulsar el cambio en la sociedad.

Finlandia, medalla de Oro en Educación

Finlandia es un excelente exponente de cómo educar. Desde que la OCDE comenzara en 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha copado los primeros puestos.

Estos resultados se basan en una serie de lineamientos diferenciadores. Primero la profesión de profesor de escuela en Finlandia es muy prestigiosa; se les considera referentes sociales. Se requieren calificaciones excelentes y una alta dosis de sensibilidad social para llegar a ser profesor. Sólo un 10% de los aspirantes consigue estudiar Magisterio.

La entrada en el proceso educativo es tardía, suave y progresiva. Los niños no empiezan a ir al colegio hasta los 7 años, y durante sus dos primeros años lectivos tienen pocas horas de clase y escasos deberes. Hasta sexto de primaria disponen en todas, o al menos la mayoría, de asignaturas el mismo maestro. Hasta quinto, no hay calificaciones numéricas para evitar la competencia y las comparaciones. Además, no hay más de 20 alumnos por clase, de forma que la relación con el profesor es cercana.

Finlandia ha roto con los paradigmas educativos contemporáneos y retornado a un modelo clásico de educación, basado en "enseñar a pensar".

Finlandia ha roto con los paradigmas educativos contemporáneos y retornado a un modelo clásico de educación, basado en “enseñar a pensar”.

La educación en Finlandia no persigue la memorización, sino fomentar la curiosidad, la creatividad y la experimentación. No se inculca verticalmente información, sino que se enseña a pensar de forma autónoma. Se impulsa la participación y la retroalimentación entre los alumnos.

En esa misma dinámica colaborativa, la planificación de los cursos es consensuada entre los profesores y los alumnos. Además, se busca la conexión con el mundo laboral: el trabajo es integrado en todos los niveles del sistema educativo.

Ese sistema se da en el marco de una sociedad con inquietudes culturales (el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana) y con un gasto en educación superior en dos puntos al de España, que es ligeramente superior al 4% del PIB, cuando la media de la UE es del 5%.

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

La frase es una cita de Albert Einstein. Ante las incertidumbres y retos a nuestro alrededor, parece oportuno cultivar una raíz formativa distinta, en la cual cada individuo aporte a su entorno desde un criterio propio culto, libre y de amplia perspectiva.

Estatua de Sócrates, maestro de Platón, quien a su vez tuvo a Aristóteles como discípulo. Se trata de los 3 representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia, y de la cultura occidental.

Estatua de Sócrates, maestro de Platón, quien a su vez tuvo a Aristóteles como discípulo. Se trata de los 3 representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia, y de la cultura occidental.