Hoy, 4 de febrero, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer. Su objetivo es incrementar la concienciación sobre la ingente dimensión de esta enfermedad para incentivar la prevención y fortalecer las medidas orientadas a la reducción del cáncer en todos sus tipos.
Este fecha de toma de conciencia fue elegida en 2010 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC).
El Cáncer es responsable de aproximadamente una de cada seis muertes en todo el mundo.”
Es especialmente importante reforzar las medidas frente al Cáncer en los países de ingresos económicos bajos y medios. Es en estos ámbitos donde las tasas de muerte por cáncer son más elevadas del mundo, hasta el punto de representar en torno a un 70% del global.
La OMS explica el cáncer como “un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo”.
Muchos cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.”
La científica española María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa, lleva décadas investigando las claves del cáncer y su imbricación con nuestros genes, así como la importancia para nuestra longevidad y nuestra salud de los telómeros y la telomerasa, además de los buenos hábitos.
Hay tantos cánceres como pacientes”
Un 50% de los tumores se curan. En general, si se detecta a tiempo, el cáncer es una enfermedad curable. Si pudiéramos detectar el cáncer en su origen, todos serían curables. La detección precoz a través de controles es crucial.
Hay que tener presente que muchos tipos de cáncer se pueden prevenir mediante unos buenos hábitos, como evitar la exposición a factores de riesgo habituales, como la contaminación o el humo de tabaco. Una buena alimentación es clave en la prevención del cáncer. Desde esa certeza, vamos a analizar la evidencia científica tras un alimento vegetal extraordinario como la Moringa oleifera.
La Moringa como apoyo inmunológico
La Moringa es conocida desde hace milenios y se le atribuyen múltiples propiedades. Gracias a que en las tres últimas décadas se han realizado abundantes publicaciones científicas acerca de los beneficios de la Moringa oleífera, podemos diferenciar con sentido crítico la evidencia científica de la anécdota.

Hojas de Moringa oleifera en pleno crecimiento.
Varios reportes de campo y estudios ecológicos sobre la Moringa oleifera forman parte de la bibliografía de la medicina natural. Algunos versan, por ejemplo, sobre la eficacia de las hojas (tambien de semillas, raíces, corteza y flores) contra una gran variedad de infecciones internas y de la piel.
Aunque en algunos de estos reportes la eficiencia antibiótica de la moringa no está respaldada por un control placebo o pruebas clínicas aleatorias, por lo que se requiere mayor investigación al respecto, existen trabajos in-vitro (bacterias cultivadas) y estudios observacionales que proveen buen sustento para demostrar una sustancial eficacia de refuerzo inmunológico como propiedad de la Moringa.
Investigaciones han demostrado un reducción de papilomas en la piel mediante el uso de Moringa”.
A principio de los años 50 un equipo de investigadores de la Universidad de Bombay, de la Universidad de Travancore y del Departamento de bioquímica del Instituto de ciencias en Bangalore, identificó un compuesto en la Moringa al que llamaron: “pterygospermin”, con propiedades antimicrobianas.
Dicho grupo no solo identificó y aisló el pterygospermin, sino que realizó una caracterización de su acción antimicrobiana.

La Moringa contiene sustancias con propiedades antígenas y antimicrobianas, que pueden ser bebidas tras infusionar o macerar sus hojas.
Así mismo, existen algunos trabajos que reportan la actividad antibiótica de los isotiocianatos de la Moringa Oleifera contra el Helicobacter pylori. Dicha bacteria fue descubierta en la década de los 80 y fue motivo de la concesión del premio Novel de Medicina en 2005. El Helicobacter pylori es la mayor causa de gastritis y de ulceras gástricas y duodenales y es un factor grande de riesgo el cáncer gástrico.
Prevención del cáncer
Desde que la Moringa fue reconocida por practicantes de medicina alternativa ha tenido un gran uso en la actividad de terapia de tumores (Hartwell 1967-1971). Así, se han examinado sus compuestos y sus respectivas propiedades en contra del cáncer.
Estudios in-vitro y observacionales muestran gran eficacia y propiedades antígenas de la Moringa”.
Recientemente compuestos de la Moringa han demostrado inhibir el crecimiento de tumores en ratones (Murakami et al., 1998). Otro estudio (Bharali et al., 2003), también sobre ratones, demostró un reducción muy dramática de papilomas en la piel.
Prácticas modernas han usado extractos crudos de Moringa y compuestos aislados bioactivos. Los estudios anticancerígenos no han sido aún demostrados en seres humanos, por lo que se requiere de más estudios para endosar la Moringa oleífera en el área biomédica como planta preventiva contra el cáncer.
![Estructuras de componentes fitoquímicos destacados de la Moringa oleifera.spp.: 4-(4'-O-acetyl-a-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl isothiocyanate [1], 4-(-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl isothiocyanate [2], niazimicin [3], pterygospermin [4], benzyl isothiocyanate [5], and 4-(a-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl glucosinolate [6].](https://yguamoringa.com/wp-content/uploads/2016/09/6_10_original.gif)
Estructuras de componentes fitoquímicos destacados de la Moringa oleifera.spp.: 4-(4′-O-acetyl-a-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl isothiocyanate [1], 4-(-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl isothiocyanate [2], niazimicin [3], pterygospermin [4], benzyl isothiocyanate [5], and 4-(a-L-rhamnopyranosyloxy)benzyl glucosinolate [6].
Referencias
- www.who.int/topics/cancer
- Bharali R, J Tabassum, MRH Azad (2003) Chemomodulatory effect o Moringa oleifera, Lam, on hepatic carcinogen metabolizing enzymes, antioxidant parameters and skin papillomagenesis in mice. Asian Pacific Journal of Cancer Prevention 4: 131-139. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12875626
- Jed W. Fahey, (2005). Moringa oleifera: A review of the medical evidence for its nutritional, therapeutic, and prophylactic properties. Part 1. Trees for Life Journal, http://www.tfljournal.org/article.php/20051201124931586
- Murakami A, Y Kitazono, S Jiwajinda, K Koshimizu y H Ohigashi (1998) Niaziminin, a thiocarbamate from the leaves of M. Oleifera, holds a strict structural requirement for inhibition of tumor-promoter-induced Epstein-Barr virus activation. Planta Medica 64: 319-323. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9619112