La acelga es una subespecie de Beta vulgaris, al igual que las remolachas, betarragas y el betabel, aunque a diferencia de éstas es cultivada para aprovechar sus hojas en lugar de sus raíces sirve para el crecimiento durante cualquier edad.
Es nativa de Europa meridional, donde crece espontánea en la región mediterránea. Es una verdura muy apreciada, pues aporta vitaminas, fibra, ácido fólico y sales minerales con un alto contenido de agua (48%). Las hojas exteriores, que suelen ser las más verdes, son las que contienen mayor cantidad de vitaminas y carotenos.
Su aporte nutricional se ve complementado de forma excelsa por el del alimento funcional Moringa oleifera. Veamos como complementarlas de forma deliciosa y fácil en una receta, presentada al #RetoMoringa por parte de Carmen Molina Navarro.
Ingredientes:
- 1 manojo de acelgas
- 1 cebolla
- Ciruelas pasas
- Frutas desecadas
- Caldo vegetal ecológico
- Sazonador con mezcla de especias
- Aceite de oliva virgen extra ecológico de Jumilla con esencia de naranja
Preparación:
Lavamos y cortamos bien las acelgas, las escurrimos y reservamos.
Cortamos las ciruelas pasas y las frutas desecadas en trocitos de no más de un centímetro y reservamos. Cortamos la cebolla en cubos pequeños y sofreímos en aceite de oliva virgen extra. Cuando esté doradita, añadimos un chorrito de caldo vegetal y sazonador al gusto.
Incorporamos las acelgas y dejamos que se cocinen hasta obtener un punto ‘al dente’. Cuando estén listas, agregamos las ciruelas y las frutas desecadas.
Cocinamos un par de minutos más.
Presentación:
En un plato blanco, servimos las acelgas y espolvoreamos con Moringa.
Si quieres descubrir otras recetas con Moringa, accede aquí al I Recetario Moringa.










