Existen algunos proyectos empresariales que conjugan exitosamente la rentabilidad económica y un concienzudo impacto social que genera sustancial y sostenible cambio positivo en su entorno. Uno de ellos es La Fageda.
La preside Cristóbal Colón, psicólogo reconvertido de motu propio a emprendedor social. Comenzó en 1982 un proyecto personal para integrar laboralmente a personas con trastornos mentales o discapacidad intelectual.
No hemos construido la Fageda para vender yogures, sino para dar trabajo a las personas”.
Desde una visión largoplacista y honda puso en marcha humildemente su emprendimiento bajo la premisa de “el trabajo rehabilita”. Para ello pidió un préstamo bancario exponiendo “Soy Cristóbal Colón, vengo de un manicomio y necesito capital para dar trabajo a personas con trastorno mental”. Se lo concedieron.
La Fageda está enclavada en la comarca gerundense de La Garrotxa, donde se dedica desde la vocación de excelencia a la producción de yogures, otros derivados lácteos y mermeladas”.
Treintaicinco años después esta empresa catalana es un referente de éxito en el emprendimiento social europeo. Todo ello con mucho tesón y, según Colón, “sin marketing social”. De hecho, Colón afirma no creer en la publicidad. Nunca ha invertido en ella.
Además, sus yogures son más caros que los de la competencia; nunca han bajado precios, nunca hacen promociones. Sólo se preocupan de hacer lo que Colón califica como “yogures caros, porque son los mejores del mundo”. Reta a cualquiera que opine de otro manera a que visite La Fageda y se lo demuestre.
Los datos le respaldan. Pese a comercializar sus productos sólo en Catalunya, han cerrado el pasado ejercicio con una producción vendida de más de 60 millones de unidades de yogures y cerca de 70.000 kilos de helados.
La Fageda es la marca de mayor crecimiento de Catalunya, con notables índices de rentabilidad. Se ha consolidado como proyecto económicamente viable en virtud al respeto hacia las personas, los animales (sus vacas lecheras escuchan música clásica a todas horas) y el medio ambiente.
Su modelo que se caracteriza por 3 directrices esenciales:
- Voluntad de solucionar un problema social.
- Solucionar el problema a través de una empresa.
- Ser una empresa sin ánimo de lucro.
La mejor terapia que nosotros tenemos es nuestra marca, la Fageda, pues su éxito implica un reconocimiento hacia todos quienes la trabajamos”.
La mayoría de sus más de 300 trabajadores y personas ocupadas presentan discapacidad intelectual o enfermedad mental severa. Sin embargo, la empresa es un ejemplo de eficiencia y de excelencia.
A nivel asistencial, La Fageda ofrece un Servicio de Terapia Ocupacional, vivienda y servicios de ocio, deporte y cultura.
Además de su actividad principal, La Fageda ha creado una empresa de jardinería, con un vivero de planta forestal. De hecho, su servicio de jardinería se encarga de cuidar las zonas verdes de casi todos los pueblos de la comarca.
La Fageda es rentable y sostenible económicamente; ese es su sustento para aportar un beneficio social recurrente y creciente”.