Moringa Biodinámica

por convencimiento

Somos Moringueros

Admiración por el árbol de Moringa

 

Desde 2010 cultivamos árboles de Moringa oleífera en la tierra Guaraní de Paraguay.

En ella se da un clima tropical continental húmedo, lleno de contrastes y de luminosidad. La regularidad de las lluvias propicia un ambiente rico en agua que da al árbol la resistencia necesaria para soportar los rayos de sol y el intenso calor.

Somos Moringueros porque nos sentimos bien al hacer crecer este árbol. Sus beneficios pueden llegar a muchas personas, paliar la desnutrición y favorecer una alimentación óptima. Estamos volcados en saber más de él y así poder contribuir a ponerlo en valor.

Los pueblos Guaraníes, excelentes conocedores del mundo vegetal, nos han mostrado el camino de cómo hacer crecer este árbol con respeto a la Naturaleza y su orden.

Piribebuy, lugar de la suave brisa

Antes y ahora

 

En Guaraní “Piribebuy” significa “lugar de la suave brisa”. Anteriormente ruta de paso del Camino Real de la yerba mate, la tierra de Piribebuy está rodeada de cerros y arroyos donde resguardarse del calor.

Actualmente se la conoce como Ciudad histórica y artesana.

Su población vive rodeada por los pastos, las plantaciones de caña de azúcar y los Moringales. Bajo la influencia del arroyo Yhaguy, en las coordenadas latitud -25.5 y longitud -56.9 encontramos la Colonia Pirareta, lugar en contacto con un ambiente profundamente rural que se refleja en las costumbres de vida de su gente. Ellos guardan las enseñanzas de sus antepasados y son fieles custodios de sus tradiciones.

Aquí crece muy vital y fuerte la Moringa Yguá, adaptada a este clima donde el árbol se expresa con potencia, recogiendo la luz y el alimento de un suelo cuidadosamente trabajado.

Nuestro compromiso agro orgánico

Desde de la conciencia y el corazón

 

Respetando y siguiendo los tiempos de la Naturaleza hemos desarrollado una semilla propia, criolla, aclimatada al lugar.

El árbol de Moringa Yguá se sabe del lugar y de los personales que le cuidan. La observación diaria nos dice cómo se siente, qué le hace bien, qué le falta y también qué le turba.

Nos ayudamos de la asociación de cultivos entre los árboles, que nos dan a conocer con anticipación cómo se comporta el suelo. Abonamos con compost propio elaborado en el mismo lugar con una rica materia orgánica: deshechos de Moringa.

La microproducción nos permite crear un estrecho círculo de energía entre los árboles, los seres que los rodean y los cuidadores. Así la armonía de lo natural fluye en continuo propiciando la biodiversidad y el equilibrio en la Finca.

Estar certificados como orgánicos es el refrendo de esta labor y de una forma de entender el cultivo de la tierra.